A las personas que nos cuidamos mucho, nos gusta que nuestras esponjas de baño estés sempre suaves. Si notas que se asperan un poco y aún no tienes la necesidad de cambiarla por otra nueva aquí tienes mi truquito casero.
Sumerge la esponja en un recipiente con agua y
el zumo y cáscara de TRES LIMONES.
Por la mañana, aclaralas muy bien y déjalas secar al aire.
Verás que suaves quedan.
Soprendente. ¿no?
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